Era siglo XVIII y era, sobretodo, en Cataluña donde se producía, de forma manual, un gran contenido de tejidos de algodón con estampado. A ésto se le llamaban indianes. No obstante, y como consecuencia de la Guerra del Francés, el proceso de producción masivo y protoindustrialización se vería roto y cancelado momentáneamente hasta los años 30. En estas épocas, los manufactureros y primeros empresarios pedían constantemente al gobierno cambios en la legislación con normas que beneficiaran más al comercio interior y no a la entrada de producto exterior. Los costes de producción aquí eran altos y no podían hacer frente a la competencia que venía de otras partes de Europa.
Así pues, el sector textil tubo que esperar algo más, pero después de la Revolución Industrial y ya entrado en el Siglo XIX, Catalunya se mostraba como una región donde el sector textil era el principal motor de sustento que tenía en ese momento. Además, vendía a otras partes tejido de gran calidad con estampado y con color. Todo ésto fue después de la Revolución Industrial.
Ahora, siglo XXI, que estamos de lleno en una Revolución de la Información, o si queréis en la Era de la Información, todo ésto nos parece muy anticuado. No obstante, de lo que hablamos ahora no es si producimos con carbón o con vapor. De lo que hablamos es si producimos con o sin un buen software de gestión textil. Podemos reducir costes como lo tubieron que hacer nuestros ancestros hace un par de siglos, para poder competir con el mercado exterior. Ahora que parece que nadie del gobierno está dispuesto a cerrar aduanas o poner aranzelos más altos (por temas de comercios internacionales, pactos y bla bla bla) debemos (y de hecho si no lo hacemos, nos quedaremos sin mercado) bajar los costes. Una de las fórmulas es el trabajo de encontrar sitios donde producir, bajar el coste del alquiler, reducir plantilla… Pero todo ésto ya parece demasiado carca. Ahora hay otras fórmulas que pasan por la renovación de la empresa y por el hecho de poner un «nuevo perfil»; un software que nos busque las rutas de faena más rápidas, cómodas y sobretodo, una ruta de trabajo efectiva. Estamos hablando de la correcta y perfecta implementación de un ERP Textil. Un programa que haga nuestras tareas de una mejor forma.